martes, 1 de julio de 2008

De Principe Pío a Santiago Bernabeu

Hay personas a las que les pasa en los bares. En las noches. A mi me pasa en otros lugares. En calles, bibliotecas… A la luz del día.

Ayer me pasó en el metro. A veces hay sonrisas con las que te apetecería charlar una tarde, miradas que te disparan al corazón. Esta vez fueron tus ojos. Esos ojos que me miraron despistados, vergonzosos...

La larga espera en Principe Pío me permitió contemplarte mientras sonreías. Y luego, hasta Santiago Bernabeu, enfrente tuyo, intentando reunir el valor para invitarte a ese café que nunca llegará, pero que me hubiera encantado compartir contigo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y no le dijiste nada?

!!!!!

Un beso!

David S. dijo...

Pues ya ves... no dije nada de nada... Yo no valgo para estas cosas.

Un beso!

Anónimo dijo...

¿Y quién no ha sentido eso alguna vez? Que bonito. (Pero yo le hubiese dicho algo....) Ya te lo he dicho a la mañana. Bueno, desde este ordenador puedo dejare comentarios. Buenas noches guapo.

vero dijo...

"... Camino del trabajo, en el metro, aburrido vigilo las caras de los viajeros, compañeros en la rutina y en los bostezos... Y en el asiento de enfrente, un rostro de repente, claro ilumina el vagón... Esos gestos traen recuerdos de otros paisajes, otros tiempos, en los que una suerte mejor me conoció... No me atrevo a decir nada, no estoy seguro, aunque esos ojos, sin duda, son los suyos, más cargados de nostalgia, quizás más oscuros... Pero creo que eres tú y estás casi igual, tan hermosa como entonces, quizás más... Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad..."
Gracias por recordarme a Ismael... qué recuerdos...
Cuidanos mucho tu preciada prosa... ;)
Un besote!

David S. dijo...

Si que pensé en la canción de Ismael, pero como a "ella" no la conocía...

Un beso Vero!