lunes, 4 de febrero de 2008

Severo Ochoa

Os dejo un artículo escrito por Eduardo Madina en su blog.


En Leganés

Érase una vez una Comunidad Autónoma (Madrid) en la que había un hospital en Leganés que se llamaba "Severo Ochoa". En él, un coordinador del servicio de urgencias (Luis Montes) junto con su equipo de 13 médicos y enfermeras realizaba prácticas médicas habituales que estaban extendidas por hospitales de todo el mundo; cuando un enfermo se encontraba en fase terminal e iba a morir irremediablemente, se le aplicaba una sedación terminal para que su muerte fuera lo más dulce y lo menos dolorosa posible.

Así eran las cosas cuando el Gobierno de la Comunidad Autónoma en cuestión, presidido por Esperanza Aguirre, se entera de las prácticas del servicio de urgencias del Severo Ochoa. El Consejero del Sanidad, el señor Lamela, decide actuar contra el coordinador del servicio de urgencias y contra todo su equipo con la siguiente acusación: 400 posibles casos de homicidio.

El señor Montes y todo su equipo fue destituído por el Gobierno de Esperanza Aguirre. En la Cope y en otros medios cercanos a la propia Esperanza Aguirre se empezó a calumniar al destituído equipo de urgencias con los adjetivos de asesinos y homicidas. El ya bautizado por éstos como Doctor Muerte fue permanentemente calumniado y acusado de homicida durante todo el tiempo que duro aquello en las benditas tertulias de la radio de la Conferencia Episcopal. Cayetana Alvarez de Toledo (actual jefa de Gabinete de Acebes y próxima Diputada por Madrid) participaba en ellas con intervenciones llenas de profundos adjetivos. Entre tanto, el señor Montes y todo su equipo habían perdido su trabajo y su honor. Y por supuesto no eran invitados a defenderse en ningún lado.

Algún tiempo después los tribunales le han dado la razón al doctor Montes y a su equipo; ni hubo homicidios ni nada que se le parezca, hubo una práctica médica orientada a facilitar una muerte lo más dulce posible a enfermos que estaban a punto de morir que no constituye delito por ninguna parte y que está extendida en la práctica médica habitual.

Nadie del Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dimitido. El Señor Lamela no aparece, no da explicaciones. Nadie ha pedido perdón. EL señor Montes no ha sido readmitido en su puesto de trabajo y nadie en la Cope ha rectificado nada de lo que dijo. Nadie de todos esos ha hecho nada más que pasear arrogantemente su desverguenza por las calles de Madrid y los medios de comunicación afines.

¿Una estrategia de desprestigio de la sanidad pública?
¿Una guerra preventiva contra la regulación de la eutanasia?
¿Una lectura evangélica de la vida como valle de sufrimiento donde no hay que mitigar el dolor?
¿Simple prepotencia?
¿ fanatismo ideológico-teológico?
¿o talibanismo ignorante y ridículo?

Sea lo que sea, la vida personal y laboral del Doctor Montes y todo su equipo ya está tocada para siempre, cientos de pacientes han muerto llenos de innecesario dolor porque en el Severo Ochoa ya nadie se atreve a practicar sedaciones terminales y la sanidad pública ha quedado tocada en Madrid para no se sabe cuanto tiempo.

El Gobierno de Esperanza Aguirre dice que todo está bien.

Brutal.



Y también os dejo los enlaces al documental titulado "El Severo me duele" emitido por laSexta en mayo pasado, sobre el caso del Severo Ochoa:

El Severo me duele (1 de 6)
El Severo me duele (2 de 6)
El Severo me duele (3 de 6)
El Severo me duele (4 de 6)
El Severo me duele (5 de 6)
El Severo me duele (6 de 6)

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